Historia de Roma

Calendación romana

La candelación romana es el sistema que los romanos usaban para mencionar el mes y el día. Se trata de un complejo sistema, al menos desde nuestro punto de vista, acostumbrados al cómputo directo, pero que se siguió utilizando durante buena parte de la Edad Media. Mi pretensión es hacer un breve resumen sobre cómo se usa o, mejor dicho, se usaba,  con el fin de que el lector, si lo desea, pueda traducir fechas al sistema de calendación o viceversa.

En primer lugar, hay que indicar que el sistema de candelación esta basado en tres días del mes, a los que se le da un nombre especial. Éstos  son Kalendae (calendas), de donde viene la palabra kalendarium (calendario); Nonae (Nonas) e Idus. El primer día de cada mes era conocido como Kalendae. Un segundo día, Nonae, era el quinto día de cada mes, aunque en los meses largos ( marzo, mayo, julio y octubre) las nonas caían en el séptimo día del mes. Finalmente, los Idus, los cuales caían en los días 13 de cada mes, o en los 15 en caso de los meses largos. Habría que aclarar, por otra parte, qué son los meses largos. Aunque no es mi intención tratar la evolución del calendario romano en este tema, hay que señalar que en origen los meses del calendario no tenían los días actuales (fijados por el calendario juliano) y, que por lo tanto, eran llamados meses largos a aquellos que más días tenían, es decir, marzo, mayo, julio y octubre.

En estos días mencionados, ciertas ceremonias eran llevadas a cabo, las cuales son descritas por Varrón y Macrobio. El primero escribe acerca de estas ceremonias en su tiempo, quizás poco antes de la reforma del calendario por parte de César. Según cuenta este autor, en las Calendas de cada mes, jornadas que estaban dedicadas a la diosa Juno, los sacerdotes y magistrados iban desde la Regia al Capitolio, en comitiva jerarquizada. A la cabeza iba el Kalator, el cual se encargaba de que cesara toda actividad, así como vigilar que el ritual se realizara de forma correcta. En la Curia Calabra, el Rex Sacrorum realizaba un sacrificio a la diosa Juno, mientras que su mujer, la Regina Sacrorum realizaba otro sacrificio, de un cordero o una cerda en la Regia –residencia del matrimonio. Luego, un pontífice mayor realizaba una llamada a Juno Covella, indicando los días que faltan para las Nonas pronunciando “die quinti te kalo Iuno Covella” o “septimi die te kalo, Iuno Covella”, según correspondiera. De esta forma, el pueblo de Roma sabía el día que serían las Nonas y, por lo tanto, también el día en que aquel mes caerían los Idus.

Las Nonas, por su parte, son peores conocidas. Quizás fuera la ultima de las tres fiestas en instituirse, siendo una fiesta intermedia entre las Calendas y los Idus. La divinidad titular de estos días es cuestionable. Al parecer las Nonas se vinculan con Diana, aunque Ovidio, en los Fastos, dice que  no tenían divinidad tutelar, además de que la mayor parte de las ellas caen en días fasti. Por lo tanto, en su origen, la diosa Diana no tendría ninguna relación con estos días, y sería a partir de la introducción del culto Apolo-Helios, caracterizado por ser una divinidad solar, cuando a su hermana Diana-Artemisa se la identificara como divinidad lunar y se le asignaran las Nonas. Durante estos días, se reunía el colegio de augures y, después de los ritos religiosos determinados para aquel día, el Rex Sacrorum anunciaba, de nuevo, cuáles eran las fiestas hasta las Calendas del mes siguientes en la Curia Calabra . Al parecer, en las Nonas de cada mes, llegaban a Roma multitud de gente del campo con el fin de saber lo que debían de hacer aquel mes.

Durante los Idus, tenían lugar el sacrificio del Ovis Idulis en honor a Júpiter en el arx, del cual se encargaba el Flamen Diales, sumo sacerdote de Júpiter, así como de las ceremonias más importantes del mes. Después de estas ceremonias religiosas, se pasaba a la parte política, en donde un Tribuno anunciaba las fiestas de carácter civil y las fechas de las asambleas que tendrían lugar hasta los próximos idus.

En el calendario de la tardorepública, los meses lunares habían desaparecido y los días habían sido fijados a un patrón. Las ceremonias originales tan sólo permanecieron en el calendario como un vestigio de los origines del calendario. Estos días eran nombrados en ablativo plural, seguidos del nombre del mes también en ablativo. Por ejemplo, el 1 de marzo era nombrado como Kalendis Martii (calendas de marzo), o con sus abreviaturas Kal. Mart. De forma similar, las Nonas y los Idus: Nonis Iuniis (las Nonas de junio o  5 de junio) o Idibus Martii (los Idus de marzo o 15 de marzo). Sabiendo ya esto, el resto de los días se cuentan como los días que faltan para llegar a las Calendas, a las Nonas, o a lo Idus. Deberemos contar los días que hay entre el día que queremos datar y el siguiente día que tenga nombre, con la salvedad de que deberemos contabilizar también el día de partida. De esta forma, para indicar el 3 de febrero, deberemos contar del 3 al día 5, que son las Nonas. Por lo tanto, son tres días los que quedan para llegar a las Nonas de febrero, ya que el día de partida también se debe contabilizar. Para indicar que faltan tres días pondremos las palabras ante diem III, el resto se pondrá en acusativo plural. Nos queda entonces la expresión ante diem III Nonas februarias (tres días para las Nonas de febrero) Para una mejor compresión, pondré otro ejemplo. Para indicar el 20 de junio, en calendación romana, lo primero que se debe buscar es el próximo día que tiene nombre, por lo tanto las Calendas de julio (hay que fijarse que, aunque se quiera datar un día de junio, las próximas Calendas son las de julio y no las de junio). Ahora contamos del 20 de junio al 1 de julio, contando también el día 20. Quedan entonces doce días para las Calendas de julio, que en latín sería Ante diem XII Kalendas Iulias.

Los romanos, para indicar el día anterior o posterior de las Calendas, los Nonas, o los Idus, lo hacían poniendo la expresión pridie (antes de) o postridie (después de). Así, Pridie Kalendas Ianuarias es el 31 de diciembre, y postridie Kalendas Ianuarias es el día 2 de enero. Al igual que nosotros simplificamos al máximo la fecha a la hora de escribirla, los romanos también lo hacían, mediante el uso de siglas: A.D (ante diem), K (Kalendae), NON (Nonae), ID (Idus), PR (pridie), PT (postridie). También los meses se ponían con siglas, sin importar la declinación, ya que se deduce.

Es común encontrarse, en inscripciones romanas, la fecha con únicamente siglas como por ejemplo A.D III ID SEPT, ello quiere decir ante diem III Idus Septembres (11 de septiembre). Ahora que está explicada la cancelación romana, comprenderá el lector de donde proviene la palabra bisiesto. Cada cuatro años se intercalaba, entre el 24 y 25 de febrero, un día más. Como del día 24 de febrero al 1 marzo, día de las Kalendas, van seis días (contando el mes de febrero con 28 días, y no 29), se expresaba, por lo tanto, como ante diem VI Kalendas Martias, y el 25 de febrero sería ante diem V Kalendas Martias. Pero si se intercalaba un día, el día 25 sería el 26, y no quedarían cinco días para las Calendas de marzo, sino cuatro, por lo que los romanos llamaron al día que intercalaban bis sextum Kalendas Martias, lo que permitía que los días posteriores a éste se indicaran de la misma forma que los años que no se intercalaba un día más. Es de aquí de donde proviene la palabra bisiesto.

Además de los días señalados, había otros 45 días con nombres especiales, quizás porque eran días en los que se celebraban importantes ritos religiosos. Muchos de estos nombres eran adjetivos plurales neutros formados por los nombres de los dioses, tal y como Saturnalia o Vestalia. Otras eran una especie de descripción de los ritos, como los Regitugium y la feralia. Los nombres de los días más populosos eran usados por los escritores romanos en lugar de la fecha, como por ejemplo Christmas para referirse al 25 de diciembre.

Finalmente, para una traducción rapida de calendación romana a nuestro cómputo actual, existe una fórmula: para las Calendas, al número que tiene el mes anterior (es decir, si pone ante diem XII Kalendas Iulias, pondremos los días que tiene junio y no julio), le sumaremos 2 y le restaremos los dias que la fecha diga que quedan. Para las Nonas y los Idus, al día en el que comience una u otra en ese mes, le sumaremos 1 y le restaremos los dias que quedan según la fecha en kalendación.  Por ejemplo, en ante diem XII Kalendas Iulias pondremos los días que tiene junio, 30, y le sumaremos 2, y le restaremos 12, queda por lo tanto 20, es decir, el 20 de junio. Otro ejemplo, ante diem III nonas februarias, como son las nonas de febrero, pondremos 5, le sumaremos 1, y restaremos 3, quedando 3: 3 de febrero.

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